También llamado Bioestimulación, este tratamiento actúa sobre la flacidez y los depósitos grasos.
Mediante esta técnica se pueden conseguir resultados duraderos en todas las partes del cuerpo afectadas. Se generan unas ondas, idénticas a los impulsos cerebrales, mediante las cuales el músculo se contrae y se relaja. El movimiento muscular ayuda a deshacer los nódulos de grasa y, además, activa el riego sanguíneo con lo que favorece la aportación de nutrientes a la zona afectada y la eliminación de residuos.
La gimnasia pasiva no resulta peligrosa, y puede tratar muchas partes del cuerpo.
Estimula el drenaje linfático y activa la circulación, es ideal para complementar otros tratamientos como la mesoterapia, radiofrecuencia, carboxiterapia, etc…